En los últimos 20 años, las dinámicas migratorias en Centroamérica han tenido como protagonistas a las mujeres. Entre las causas de estas migraciones se identifican factores estructurales y coyunturales como la pobreza, el machismo y la falta de autonomía económica, las inestabilidades políticas, los conflictos armados, los impactos devastadores de eventos ambientales, la violencia perpetrada por actores estatales, el crimen organizado y la violencia de género. Todo esto ha provocado la migración forzada de miles de mujeres, en condiciones de mayor vulnerabilidad en el entorno educativo, laboral, sanitario o jurídico sin olvidar el impacto de múltiples formas de violencias por las que a menudo se ven envueltas. Al acercarnos a estos procesos migratorios debemos prestar especial atención a las cuidadoras de las familias de migrantes y solicitantes de refugio. Ellas se quedan en los países de origen y gracias a su apoyo sus familias tienen la oportunidad de buscar oportunidades y un nuevo comienzo. La feminización de las migraciones, teniendo en consideración este doble rol, se evidencia en las estadísticas del acompañamiento directo de la Red Jesuita con Migrantes (RJM). Esta red de organizaciones trabaja para poner freno a situaciones de vulneración de los derechos humanos generados por las medidas de control de fronteras en la ruta migratoria centroamericana, considerada una de las más peligrosas del mundo. La RJM articula su trabajo en tres dimensiones: • Acompañamiento Socio-Pastoral • Político-Organizativa • Teórico-Investigativa Desde la esta última dimensión se promueve la investigación y el análisis de la realidad migratoria con la finalidad de aportar elementos para la elaboración de propuestas de transformación social y política para la región.
Desde hace más de 15 años Alboan acompaña a la Red Jesuita con Migrantes en su quehacer diario al lado de mujeres que transitan por la región en busca de una vida digna. La RJM Centroamérica y Norteamérica tiene presencia en Belice, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, México, Estados Unidos y Canadá.
Redes para construir rutas seguras Tejiendo Caminos Seguros es una propuesta que busca garantizar los derechos fundamentales y generar condiciones óptimas de seguridad física y emocional de las personas migrantes forzadas y con necesidades de Protección Internacional especial. La ruta que emprenden es peligrosa, y lo es más en el caso de las mujeres que viajan solas. Por esa razón es tan pertinente y necesaria esta propuesta impulsada por la RJM, que cuenta con amplia experiencia de trabajo con población migrante forzada. La Red parte de un trabajo continuo para identificar las necesidades de las protagonistas y potenciar sus capacidades y, a partir de ahí, plantear estrategias de atención cada vez más pertinentes. A lo largo de décadas de trabajo, se evidencia que uno de los pilares para avanzar en la dignidad de las personas migrantes en la atención humanitaria integral es la escucha activa ya que son ellas las que asumen el protagonismo en identificar cuál es el camino. Poder acompañar a las mujeres desde que salen de su país hasta su destino, ofrecerles información de los riesgos del camino, de los lugares en los que pueden encontrar protección, de la situación con la que se van a encontrar en el país de destino, es el horizonte principal del trabajo. En medio del drama que viven, reconforta toparse con mujeres en el poder, mujeres empoderadas, mujeres aliadas, mujeres con capacidad de decisión, mujeres resistentes que participan activamente en la reconstrucción de sus vidas y luchan día a día por un futuro digno y libre de violencias. Txaro Hernández