La situación en la República Democrática del Congo (RDC) es frágil ya que en este territorio conviven diversas formas de inseguridad (alimentaria, institucional y sanitaria) en medio de un clima generalizado de violencia por el conflicto abierto hace décadas que se libra entre señores de la guerra, grupos armados y el ejército. En medio de este panorama la vida de las mujeres continúa siendo muy difícil.
Julienne Baseke es la coordinadora de AFEM y directora de Mama Radio, organizaciones que forman parte de Mujeres en Marcha, nos comparte su testimonio.
¿Qué significa para las mujeres de tu región, Bukavu en Kivu Sur, vivir en un conflicto prolongado?
La situación de las mujeres es crítica. A pesar de la existencia de textos legales sobre igualdad ya que la RDC ha ratificado muchos textos nacionales e internacionales -como la resolución 1325 de Naciones Unidas- sobre igualdad, paridad y contra la discriminación- ninguna de estas normas se aplican en la práctica ya que no existe verdadera voluntad política de que así sea. Por ejemplo, la constitución recoge que la representación de las mujeres en las instituciones públicas no puede ser inferior al 50%, pero a nivel nacional su representación es del 27%, y en otras instituciones política como el Senado y la Asamblea Nacional es de en torno al 10-12%, de manera que en la práctica son hombres los que deciden qué necesitan las mujeres de RDC y cómo proteger y salvaguardar sus derechos.
Se da además la paradoja, de que RDC cuenta con un subsuelo tremendamente rico en minerales. Se trata de un verdadero escándalo geológico, ya que frente a esta riqueza la pobreza que rodea a la población es indescriptible. No hay una buena gobernanza de estos recursos y los beneficios que se obtienen no repercuten en las comunidades. Los códigos que rigen las explotaciones mineras recogen ciertos requisitos de responsabilidad social, pero las empresas extractivas los incumplen sin que haya ninguna consecuencia. El suelo está contaminado por los productos químicos que se utilizan para la extracción de minerales y el agua no es apta para el consumo, y todo ello repercute en la vida de las mujeres y sus familias.
¿Qué dificultades deben sortear una mujer para acceder a puestos de responsabilidad y liderazgo?
Vivimos en un sistema económico y productivo patriarcal que hace muy difícil que las mujeres podamos asumir liderazgos. Los recursos son propiedad del hombre y las mujeres no tienen independencia económica. A nivel social y cultural hay mucho camino por recorrer. Cuando se celebra el matrimonio aún persisten prácticas nefastas que perjudican a las mujeres y que justifican la violencia contra ellas, hasta llegar incluso a matarlas. El hombre es el que decide si una mujer puede trabajar o no, y luego el dispone del salario.
La pandemia ha empeorado todas estas situaciones y la violencia contra las mujeres se ha visto exacerbada. En definitiva con la llegada de la pandemia las mujeres han visto recortados sus movimientos y podemos hablar de un proceso regresivo en general y en particular en el caso de las mujeres.
¿Y en el caso de las mujeres desplazadas?
El conflicto en RDC continúa vivo y la violencia sexual se sigue utilizando como arma de guerra para humillar al enemigo. La mujer es la primera víctima pero no se le tiene en cuenta. Cuando las mujeres se van de sus pueblos al huir de las hostilidades y la violencia, se encuentran en situación de desplazamiento con sus hijos e hijas, sin techo, sin medios de subsistencia. De manera que durante el propio desplazamiento, durante la ruta se tiene que enfrentar también a numerosas formas de violencia. Viajan con sus hijas e hijos y no tienen asistencia.
¿Qué función desempeñan AFEM y Mama Radio?
En AFEM concedemos mucha importancia a los procesos de resiliencia y recuperación. En el contexto en que vivimos las mujeres no tienen un espacio en el que hablar y compartir y desde AFEM intentamos proporcionárselos. Nosotras hacemos “periodismo en terreno” en medio del conflicto tendemos un micro a las mujeres para que puedan expresarse y desde el equipo denunciamos y damos a conocer sus problemas a través de Mama Radio. Es una emisora temática, que proporciona espacio a las mujeres fuera del patriarcado, ya que los medios de comunicación en RDC están muy masculinizados y dan a conocer la situación ni la opinión de las mujeres en el conflicto.
Las mujeres necesitan protección y en ese sentido desde AFEM se llevan a cabo campañas informativas y de protección. A través de los programas de Mama Radio se generan grupos de discusión de manera espontanea y las mujeres que han pasado por el programa formativo de AFEM se convierten en punto focal de su zona, de manera que dentro de cada grupo se van creando a su vez nuevos subgrupos desde los que ellas mismas van eligiendo los temas que se irán tratando en la radio y en AFEM. Son ellas mismas las que generan contenidos y temas de interés.
Otra línea de trabajo que no podemos dejar de nombrar es la que se realiza para sensibilizar acerca de masculinidades positivas, como estrategia para que se dejen de dar prácticas nefastas tan extendidas. Trabajamos con los líderes comunitarios y los jóvenes, ya que los primeros son autoridades morales en sus comunidades y su opinión es tenida en cuenta por el resto.